Este finde ha sido aunténtico...He estado de viernes a domingo en Linares...
Me he hinchado a tapas y a tintos de verano, creo que en estos tres días he podido engordar kilo y medio, pero prefiero no saberlo. Me quedo con que me supieron a "gloria" y que me quiten lo bailao, o en este caso " lo comido"...
En Linares el tinto se puede tomar con casera blanca ( la de toda la vida) o con casera rosa ( de fresa), curioso, verdad??Yo la probé, pero me sabe un poco a jarabe...
Estuvimos visitando dos de los colegios de la congregación a la que pertenece mi cole, uno está más céntrico y otro en una de las zonas más marginales de Linares.
La verdad es que el colegio del Cerro ( que es así como se llama el barrio marginal) me impresionó...no por el cole en sí, sino por la labor que hacen en él.
Es un colegio de integración básicamente...hay gitanos, palestinos y rumanos, incluso algún que otro niño con discapacidades.
Los niños, en su mayoria, cuando entran al cole ( y no por ello de corta edad) no saben hablar castellano, por lo que la enseñanza se empieza a complicar...eso sumado a que la raza gitana es un mundo aparte . Los niños no van a clase todos los días...Los padres no le dan importancia a la educación ni a la cultura y por tanto los niños, mucho menos...Los llevan al cole cuando quieren "aparcar" al chaval y poco más, con lo que los maestros pueden encontrarse con la situación de que de los 20 niños que tiene en su lista, a diario sólo tiene 5 ó 6 y que no suelen ser los mismos casi nunca. De esta manera, el intento de enseñanza se hace muy cuesta arriba y quizás en ciertas ocasiones poco fructífero.
La Hermana que nos recibió contaba también que se trata de razas muy diferentes y que se intenta sobretodo que los chavales sepan convivir y tolerar, aunque en sus casas quizás no aprendan valores de este estilo...es más, en sus casas se respira un ambiente relacionado con la droga en la mayoría de los casos, por eso es bastante común ver a niños de 7 años fumando...
En realidad todo se resume a que en el cole se intenta inculcar algo que en la casa de los niños no se aprecia, y luchar con eso es bastante complicado porque los padres son un punto muy importante en la educación.
Los maestros se sienten bastante frustados al ver que no pueden llevar una continuidad con sus alumnos, y que ese chaval que estuvieron machacando con las vocales no ha vuelto al cole en un mes y cuando ha regresado, ya no recuerda casi nada de lo que le enseñaron...pero con el tiempo aprenden a tener la esperanza de que "algo quede" y que les sirva para el futuro...
Un aplauso muy fuerte por todos los maestros del Cerro, por su gran labor, por su empeño y perseverancia y por su enseñanza esperanzada...
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